Noche encendida, pasión desenfrenada
No queda nada quisa nunca hubo nada
Solo recuerdo en mí, tu insistente mirada
Una sonrisa sutil, a la vez descarada
Solo recuerdo unas manos en mi cuerpo
Y unos labios que invitaban al encuentro
Unos tragos de anís o tal vez de amareto
Y una cama que sirvió como aposento
Solo recuerdo tu sudor corriendo en mi piel
Y tu aroma sutil esparciéndose en mi cama
Solo recuerdo tu dulce voz gemir desesperada
Al final de aquella noche de amor desenfrenada
domingo, 2 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario